Con la presencia de autoridades municipales, escolares y vecinos, se habilitó un nuevo espacio recreativo destinado al encuentro y disfrute de los niños y sus familias.

La plaza del Bicentenario se convirtió en un espacio de arte, gastronomía y diversión, con stands, exposiciones de fotografías y dibujos y entretenimiento con los títeres del Tatá Verá.

La ciudad se vistió de gala para conmemorar su cumpleaños número 89, con un acto protocolar, discursos emotivos y un desfile cívico militar que emocionó a los vecinos.